PREGUNTA: ¿POR QUÉ SE ABANDONAN MÁS PERROS EN SEMANA SANTA?
RESPUESTA: POR DIVERSAS RAZONES
En Semana Santa se producen un 27% más de abandonos de animales de compañía que durante el resto del año (Europa Press). La mayoría son perros, pero también hay gatos, roedores, tortugas, caballos…
El abandono es la expresión del fracaso de una sociedad irresponsable en la tenencia animal.
Pero, ¿porqué en Semana Santa?
La Semana Santa coincide con el fin de la temporada de caza. Y también representa el primer periodo de vacaciones después de haber regalado mascotas en las Navidades. Muy pocos de los perros abandonados están identificados con microchip aunque, curiosamente, algunos son de raza.
Se abandonan perros por sus comportamientos indeseados, camadas enteras de recién nacidos, perros enfermos, los menos, a los que no se puede costear el tratamiento. Se abandonan perros porque no se dispone de dinero para mantenerlos, porque se han hecho viejos, porque se cambia de domicilio, porque nace un bebé, porque llegan las vacaciones, porque ya es aburrido tenerlos. Desgraciadamente, se produce abandono cuando fallece el propietario, pese a que el perro haya vivido años con la familia.
La Ley 4/2016, de 22 de Julio, de Protección de los animales de Compañía de la Comunidad de Madrid, promulgada por la Presidenta Cristina Cifuentes, defiende el “sacrificio cero”. En consecuencia, las entidades protectoras y los centros de acogida, están desprotegidos. Hace falta el apoyo de medidas que no han sido puestas en marcha. Contra el abandono, contra la cría irresponsable…).
España encabeza la lista europea de abandono animal: 150.000 casos al año, 400 perros ¡cada día!.
Sin embargo, este dato contrasta con el hecho de que uno de cada tres españoles concede más importancia a su perro que a sus amigos.
Para uno de cada dos niños, las mascotas representan la segunda fuente de apoyo emocional, sólo después de los padres. Y 8 de cada 10 de entre 9 y 12 años prefieren jugar con su perro a hacerlo con los videojuegos.
Por fortuna, la cifra de abandono va disminuyendo. Lenta pero progresivamente.
Tener un perro genera buena energía, mejora la salud, fomenta la empatía, invita a hacer ejercicio.
Y me complace pensar que cada vez somos más conscientes de que tener un perro implica asumir un compromiso de por vida. Un perro vive 12 años de media. Debemos estar seguros de estar dispuestos a satisfacer sus necesidades, a procurarle una vida ordenada, a permitirle hacer ejercicio, a darle afecto. Sin duda, nos pagará con creces.