En adiestramiento canino, no tirar de la correa durante un paseo es francamente difícil para la mayoría de dueños de perros. Y se debe a que no se empieza a enseñar bien el ejercicio.
No se comienza bien. Y se sigue peor. Es malo para el guía. Y, también, para el perro.
Cuando el paseo se convierte en un problema es a consecuencia de que se parte de una filosofía equivocada. Porque, en general, de poco vale la técnica si la estrategia de trabajo no es correcta.
Los dos grandes errores son:
- Primeros paseos largos y mal llevados a cabo. Se permite que el perro se apoye y tire. Se le deja mantenerse en energía alta.
- Se permite que el perro juegue con otros perros. Con la preocupación que de ¡el perro debe socializarse!, algunos ejemplares desarrollan la esperanza positiva o negativa hacia los demás perros. Y en el futuro, cada vez que ven uno o ladran para alejarlo o se excitan para jugar.
Adiestramiento canino: no tirar de la correa
Ningún perro tira de la cadena que le sujeta a la pared. Porque todos descubren que, si lo hacen, experimentan disconfort. En cambio, si aflojan, sienten alivio.
Entonces. ¿por qué la mayoría de los perros no obran igual si cambiamos la argolla de la pared por la mano del guía?.
La respuesta es obvia. La pared ni siente, ni padece, ni cede cuando el perro tira. Y, por eso, el perro se rinde de inmediato. Busca liberarse de la presión que él mismo se provoca y cede en su empuje. Experimenta, entonces, confort.
La mano del guía, en cambio, no es firme. Y, aún sin querer, cede cuando el perro tira. Y, el perro, percibe una solución a su problema. En consecuencia, siente que la vía de liberarse de la presión que le sujeta es tirar. Y tira más. Y la mano vuelve a ceder. Y, entonces, el perro tira aún más fuerte. ¡Y ya se ha establecido el vicio!.
¿Qué hacer para que el perro no tire de la correa?
- Primero: Los primeros paseos deben establecerse sobre la base de no ir a ninguna parte. Dicho de otra forma: Se deben hacer más paradas que pasos. Y, siempre, en energía baja. Se procede así:
- Únicamente se dan dos o tres pasos y se para.
- Para aflojar completamente la correa…
- Y realizar una captura con la voz (diciendo: ¡Buen perro!, por ejemplo).
- Se permanece en la parada con la correa floja hasta que el perro esté completamente tranquilo. Sentado junto al guía.
- ¿Y si el perro es muy nervioso?: Entonces, aunque siempre decimos que la comida se reserva para el escenario de caza, la emplearemos en el paseo. Para bajar su energía.
- Le sacaremos para darle su ración.
- Daremos únicamente dos o tres pasos.
- Le daremos una pequeña porción de comida en la parada.
- Y así hasta que se termine toda su dosis.
- Únicamente se dan dos o tres pasos y se para.
- Segundo: Al principio, se han de evitar todo tipo de distracciones.
- Pasearemos en un entorno sin estímulos ambientales.
- Construiremos una “burbuja” de paredes infranqueables:
- De dentro afuera: para que el perro no interactúe con el entorno.
- De fuera a dentro: para que el perro no se sienta amenazado por ningún agente exterior.
- Tercero: Cuando el perro esté más pensando en parar que en avanzar, aumentaremos progresivamente el número de pasos entre las paradas.
¿Cuánto tiempo se tarda en enseñar al perro a no tirar de la correa?
Depende del perro y de nuestra constancia. Pero en pocas clases se consigue que el perro aprenda el concepto. Entonces, seremos nosotros los que vayamos complicando el nivel de dificultad del ejercicio. Siempre pensando en cómo fortalecer las paredes de nuestra “burbuja”.
Pero eso, será objeto de otro post.
Artículo escrito por Arsenio Menchero